¡Vaya! El fin de semana hubo movimiento en el blog. Hubo dos entradas de La Lengua en la portada de Menéame de forma casi simultánea, hubo unas 7.500 visitas en un solo día, el viernes —récord en este blog, que yo recuerde— y el artículo más relevante, El (verdadero) problema de la educación en España, lleva por el momento 66 comentarios, lo que también creo recordar que es un récord. Hablando de comentarios, los asiduos al blog no os olvidéis de pasaros a saludar.
Casi todas las aportaciones al artículo citado han sido bastante valiosas, y muchas de ellas están de acuerdo en lo fundamental: que el progresivo deterioro del éxito en la educación de los escolares españoles se debe, sobre todo, a cierta dejación de los padres de muchos alumnos de las funciones que les son propias. Que son: ser los principales responsables de la educación —sí, ellos, no los profesores—, realizar un seguimiento continuo de la marcha de la enseñanza de sus hijos y, en definitiva, interesarse por el futuro de las personas de cuya existencia son autores.
Alguno que otro de los comentarios ha estado en el límite del tono aceptable en mi blog, tanto de los que me apoyaban como de los que me criticaban, y he estado dudando sobre si borrarlos o no. Al final los he publicado todos, porque en la mayoría de ellos había cierta crítica escondida en los insultos, y, sobre todo, porque tengo la convicción de que a quien degrada un insulto es al que lo pronuncia, así que en el pecado va la penitencia. Otros comentarios han sido de ese género tan fecundo en Internet de los que, sin entrar al meollo, intentan demostrarte —con un manual de lógica de 3.º de Bachillerato al lado— por qué no sabes opinar. Los paso por alto, no tengo tiempo para eso.
Los que me han parecido más interesantes han sido aquellos que, dándome la razón, han matizado mis observaciones, apuntando la complejidad del problema (que yo mismo confesaba al principio del artículo). Ahí he notado que hay mucha gente preocupada y observadora, que tiene la valiosísima capacidad de mostrarte puntos de vista en los que a veces no has caído.
Y entonces ha entrado este comentario, firmado por un Chico de 18:
Mira, tienes toda la razón… así de claro. Tengo 18 años y he repetido segundo de bachiller. El año pasado no hice absolutamente nada salvo mirar para mi novia y beber como un animal los fines de semana, fumar y demás cosas que prefiero no recordar. Pero aún así he salido adelante, ¿Por qué? Porque mi madre tuvo los santos huevos, con perdón, de ponerme en mi lugar y parar esa situación.
NO, y recalco esto, NO podéis consentir los padres dejarnos hacer lo que nos salga de las narices porque entonces no vamos a hacer nada. Esto lo he vivido yo en mis propias carnes y es una realidad.
En mi instituto… el fracaso escolar, asoma por las ventanas. Los cursos más poblados 3º y 4º de ESO donde los profesores son agredidos tanto verbalmente como, en algunos casos, físicamente. En las aulas el acoso por parte del alumnado es cada vez mayor, aquellos que no estudian, ni pretenden hacerlo porque en casa les dejan rascarse el miembro tranquilamente, agreden tanto al profesorado como al resto de alumnos a los cuales los padres sí les obliga a estudiar. Así están las cosas… ¿la causa del fracaso escolar? ¡Es esta! ¡Daos cuenta ya padres! Si no dejáis a vuestros hijos hacer lo que le de la gana y les exigís resultados, en clase se verán forzados a atender y no tendrán tiempo de molestar a los compañeros ni de faltar a clase.
He llegado hace unas horas de clase particular y la verdad es increíble… un chico al que le debo sacar 2-3 años… pasando ampliamente de estudiar… diciendo abiertamente… ¡pero si yo hago lo que me da la gana!, ¡en casa no me dicen nada! Y enseñando con una sonrisa un examen suspenso de Matemáticas… ¿a donde vamos a parar?
Salen hasta la hora que les da la gana, gastan el dinero que les da la gana, tienen ropa, calzado, videojuegos, consolas… ¡de todo! ¡Y no hacen nada de provecho!
Que me cuelguen, pero yo tengo 18 años, vuelvo a una hora razonable cuando salgo, y las cosas que me compran es porque me las merezco, no por capricho, y siempre dando algo a cambio, como es simplemente APROBAR.
Este año apruebo con buenas notas, tengo novia, salgo, me divierto, estoy sacando el carnet de conducir y me llevo mejor con mi madre gracias a una simple cosa…que me pararon los pies y me pusieron límites y estoy MUY FELIZ por ello. Me siento mejor con migo mismo y con más seguridad de que puedo aspirar a un mejor futuro.
Y por cierto, aunque te dejen hacer lo que te de la gana, no eres feliz; lo sé por experiencia. Eres inseguro, apático e irascible.
También dirigido a los padres: ojo con sen demasiado restrictivo. Hay que mantener una armonía… tengo un amigo que durante toda su adolescencia los padres lo oprimieron y ahora en la universidad, libre, viviendo fuera y con coche vive la vida loca y esta tirando su futuro por la borda.
Tengo examen, así que no puedo mejorar mi escrita ni puntualizar cosas. Espero que esto sirva de algo, al igual que el texto del propietario del blog.
Un saludo, seguiré este artículo.
¿Qué se puede añadir?
En cualquier caso, y para cerrar este fin de semana de locura, si alguno de los que ha leído el artículo que no era lector habitual está realmente preocupada por estos temas, le recomiendo que visite mis otros artículos sobre la educación en este país. Quizás muchos de ellos descubran que no soy la persona que han fabricado en sus mentes y a las que han dedicado esos insultos.
En cualquier caso, a los que se os ha ido la tecla, tanto visitantes de rebote como usuarios fieles, lavaos la boca con jabón. Dejadme a mí el papel de viejo chiflado. Y sed vosotros quienes me llaméis la atención a mí. Es más divertido. Para mí, al menos.